martes, 7 de octubre de 2008

Claves para ahorrar en la factura de luz y gas

Llega el otoño y se avecina el frío. Si no quieres que las facturas de luz y gas te dejen helada te proponemos unos consejos para ahorrar. Y es que según las cifras que nos ha dado el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDEA), los españoles gastamos de media 1.200 euros al año en energía, ¡casi nada! Y la mayor parte de este gasto lo hacemos en los meses más fríos, porque es durante el otoño y el invierno cuando el sol calienta menos, y las horas de luz se reducen. Así que, mientras las temperaturas bajan, las cifras de las facturas de gas y luz se disparan. Y la mayor parte se lo lleva la calefacción. Si quieres que las facturas no se conviertan en un problema (ya tienes bastante con la hipoteca, ¿verdad?), paga menos siguiendo los consejos de Vive.

Así ahorras en luz
Estos consejos te permitirán bajar las cifras de la factura de la luz sin dejarte a oscuras:

- Cambia las bombillas incandescentes, las luces de toda la vida, por las de bajo consumo. Aunque te parezcan más caras, que lo son, duran mucho más y consumen menos energía, hasta un 80% menos.
- Cuando apagues la tele, el video, el equipo de música, hazlo del todo. No lo dejes con la lucecita roja encendida preparados para encenderlos con el mando a distancia. En la posición de “stand by” estos aparatos siguen consumiendo energía, hasta un 10% más que si los apagas del todo. Un truco consiste en conectar todos estos aparatos a una regleta de varios enchufes con un interruptor. De esa forma, al apagar un único interruptor estás desconectando todos los aparatos a la vez y es mucho más cómodo.
- Si tienes cocina eléctrica o vitrocerámica, acostúmbrate a utilizar cazos, cazuelas y ollas más anchas que las placas. De ese modo evitarás que el calor se desperdicie por los lados. Ahorrar hasta la mitad de la energía que consumes al cocinar.
- Si necesitas calentar leche, agua o porciones de alimentos utiliza siempre el microondas, porque es más económico y mucho más rápido que la vitro, la cocina eléctrica o el gas.
- Utiliza acumuladores de calor, no sólo reducirás el consumo eléctrico, sino que te permitirá aprovechar las franjas horarias de tarifa eléctrica más económica.
- Mantén siempre bien limpias las bombillar, pantallas de lámparas, filtros de lavadoras y lavavajillas, filtros de la campana extractora... De esta manera estás ayudando a que estos electrodomésticos funcionen a pleno rendimiento, lo que se traduce en que reduces su consumo eléctrico.

Ahorrar en gas
- Siempre que te sea posible, y la ropa te lo permita, utiliza programas fríos con la lavadora. Resulta que el 85% de la energía que utiliza este electrodoméstico la destina a calentar el agua.
- Por la mañana, ventila la casa durante cinco o diez minutos. Es tiempo más que suficiente. Después, cierra bien las puertas y ventanas y mantenlas así todo el día.
- Procura mantener la casa a temperatura constante (22 grados es más que suficiente). El momento en que se consume más calefacción es cuando el calentador entra en marcha para alcanzar la temperatura del termostato. El resto del tiempo sólo quema gas para mantener la temperatura. Si estás en casa con camiseta de manga corta significa que hace demasiado calor. Siempre es mejor usar un jersey o ropa de abrigo ligera que tirar de radiadores.
- No pongas nada por encima de los radiadores. Es decir, no los utilices para secar ropa, porque harás que el calentador consuma más energía para satisfacer la demanda del termostato.
- Instala un termostato modulante. Es un aparato que regula y controla la potencia de la caldera, dependiendo de la temperatura de la habitación. Consigues ahorrar entre un 15% y un 20% de energía más que si no tienes ningún termostato, y un 3% más con respecto a los termostatos tradicionales.
- Si estás pensando en hacer obra en casa, estudia la posibilidad de instalar suelo radiante. También hay casas de obra nueva que lo incorporan. Es un sistema de calefacción que consiste en que, bajo el suelo, se instalan unas tuberías que lo calientan. Es mucho más saludable que la calefacción tradicional y distribuye el calor de manera uniforme por toda la casa. Al calentarse desde el suelo, la mayor temperatura se queda donde más se necesita: en la parte inferior de la habitación.
- Durante el día mantén las persianas y cortinas abiertas, así aprovecharás la luz solar y ayudarás a caldear la casa sin poner la calefacción. Al llegar la tarde haz justo lo contrario (baja persianas y cierra cortinas) para contribuir a retener el calor del día.
- Aísla bien puertas y ventanas. Por ahí se va la mayor parte del calor de la casa. Instala doble acristalamiento o utiliza alguno de los sistemas aislantes que venden en las ferreterías.

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