martes, 7 de octubre de 2008

Ahorra energía en casa sin asarte

El ahorro energético es beneficioso para todos, especialmente para tu bolsillo, porque no sólo consigues poner tu granito de arena para proteger el medioambiente, sino que reduces el consumo eléctrico. Ya sabes, si no quieres pasar calor este verano sin que el recibo de la luz te suponga un disgusto, sigue estos prácticos consejos:

- El primer día no pongas el termostato a una temperatura muy baja, esto no enfriará la casa antes y gastarás mucha energía inútilmente.
- Evita abrir las puertas y ventanas lo más posible, especialmente para ventilar la casa, para que todo el aire de renovación pase a través del aparato de aire acondicionado.
- Si necesitas ventilar la casa hazlo a primera hora de la mañana, cuando el aire es más fresco. Una vez ventilada baja las persianas y toldos para resguardarla del calor exterior.
- Coloca burletes y plintos en puertas y ventanas, especialmente si no aíslan mucho. De esta manera puedes ahorrar entre un 5% y 10% de energía. Si dispones de ventanas con doble acristalamiento el ahorro puede suponer hasta un 20%.
- Evita poner cosas que generen calor cerca del termostato, como lámparas, televisores, etc. porque si no hará una interpretación errónea de la temperatura real.
- Coloca persianas y toldos para evitar la luz directa del sol, especialmente sobre las máquinas de aire. Además, también podemos reducir entre un 50% y 80% la radiación que penetra a través de las ventanas, y con ello el calor que genera.
- Limpia el filtro del aparato de aire acondicionado al menos una vez al mes. En general debes tener especial atención con los cuidados de mantenimiento recomendados por el fabricante del aparato.
- Coloca el selector del termostato a una temperatura agradable, que no sea muy baja, porque por cada grado de menos, el consumo aumenta entre un 5% y un 10%. Lo ideal son 25º C, con una humedad del 50%. A medida que aumenta la humedad hay que bajar la temperatura para tener la misma sensación.
- Desconecta el aire si vas a salir de casa. En sistemas de aire centrales cierra las salidas de aquellas habitaciones donde no haya nadie.
- Apaga el aparato de aire un rato antes de acostarte, ya que la sensación durará bastante por la propia inercia, sin consumir energía alguna.

Y si es tu primera vez, empieza con buen pie:
- Antes de comprar una máquina debes tener en cuenta el clima de tu localidad, especialmente la humedad relativa, ya que afecta a la potencia del aparato a instalar.
- Si el ambiente es muy seco, como pueda ser en Madrid por ejemplo, es recomendable que el aparato incorpore un sistema de humidificación.
- La situación de tu casa también influye, porque cuanto más alta más calor. Además, el tamaño de las habitaciones a refrigerar es importante para determinar las frigorías del aparato.
- La luz es agradable, pero cuanto mayor sea la iluminación mayor es la temperatura, especialmente si la habituación es soleada. Así que recuerda, cuanta menos luz, menos consumo energético por partida doble: el de las bombillas y el de la máquina de aire.
- No pongas el aire en aquellas habitaciones con aparatos generadores de calor, como pueda ser la cocina.
- Y las máquinas exteriores mejor en fachadas que den al norte, o como mínimo en zonas sombrías.

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